125 AÑOS DE PRESENCIA DE LOS HERMANOS MARISTAS EN TIERRAS MEXICANAS
Influyeron en la llegada de los primeros Hermanos Maristas Don Rafael de Regil y Peón, al igual que su hermano Alonso, pero no vieron cristalizados sus sueños, falleciendo antes de la llegada de los Hermanos. Dña. Renata Casares, esposa de Don Alonso junto con sus hijos continuaron este proyecto. Se valieron de su gran amistad con el Señor Obispo de Cuernavaca Don Francisco Plancarte y Navarrete le suplicaron que en su visita ad límina fuera a Saint-Genis-Laval, Francia y hablar con el Superior General de los Hermanos Maristas quien de inmediato le concedió enviar cinco Hermanos para la misión de Yucatán.
El 25 de septiembre de 1899 se embarcaron en Barcelona los cinco Hermanos con destino al Puerto de Progreso, pisaron tierras yucatecas el 20 de octubre de 1899. Estos valientes jóvenes de nombre: Armancio, Paxentius, Magno, Tommasi y Ligorio. En el Puerto de Progreso les esperaba una comitiva integrada por Don Ignacio Peón, Don Bernardo Cano, Don Benito Aznar, Don José Vales, Don Nicolás Cámara y Don Alfredo de Regil.
Al día siguiente los Padres Paúles de Nuestra Señora de Lourdes celebraron una Misa solemne en acción de gracias por el viaje feliz de los Hermanos y para implorar sobre sus personas y su obra, las Bendiciones del Cielo.
Les fue confiada la “Escuela de San Rafael”. Las Conferencias de San Vicente de Paúl aseguraron la subsistencia económica de esta escuela hasta su clausura. Los Hermanos por iniciativa propia, fundaron en San Rafael una escuela nocturna para obreros, que alcanzó a tener hasta ochenta alumnos, todos mayores de 18 años.
Víctimas de la fiebre amarilla:
Aún no se cumplía el primer aniversario de la llegada de los Hermanos a Yucatán, cuando la Tierra les exigió el primer doloroso tributo causado por la fiebre amarilla: el Hermano Crisóstomo falleció el 8 de agosto de 1901. El Hermano Doroteo murió el 23 de septiembre del mismo año. Ambos fueron los dos primeros Maristas que llegaron al cielo “vía Yucatán”. Se recordarán las hermosas palabras del Hermano Doroteo a Don Ignacio Peón: “Venimos aquí para servir a Dios como El quiera, en vida o en muerte. Lo sabemos muy bien y estamos dispuestos a dar la vida: eso no nos arredra. Al pisar estas tierras, hicimos el sacrificio de la nuestra”
En 1902 se abrió la “Escuela de Artes y Oficios de San José”, mejor conocida como “El Telar”. Había talleres de carpintería, ebanistería, herrería, mecánica e imprenta. Entre los grandes especialistas de “El Telar” debemos mencionar al Hermano Clemente Reversat y Marcelino T. Bonnet.
De 1901 a 1906 los Hermanos se hicieron cargo de la Primaria del “Colegio San Ildefonso”, luego en 1901 se abrió la Escuela gratuita que pusieron bajo el patrocinio del Sagrado Corazón de Jesús. Por las mismas fechas se abrió otra escuela gratuita en el Barrio de “Santa Ana”. En la población de Motul, caracterizada por el cultivo del henequén, llamado “oro verde” se abrió otra escuela marista.
Hacia el oriente de la Península y a unos 160 kilómetros de Mérida se encuentra la ciudad de Valladolid. El obispo Don Martín Tritschler y Córdova corrió con los gastos del edificio. De la escuela de Valladolid salieron varios sacerdotes diocesanos y el Hermano Marista Don Tomás Carvajal quien trabajó en Cuba de 1914 a 1960. Fue expulsado de Cuba por Fidel Castro y vino a pasar sus últimos años en Mérida, Yucatán, falleciendo en 1971.
Siguieron las Escuelas de Maxcanú, a 60 kilómetros al suroeste de Mérida. El H. Filogonio quien llegó a hablar la Maya, junto con dos Hermanos más se hicieron cargo de la Escuela de Maxcanú. En la Villa de Espita, famosa por su ganadería y maíz, comunicada por vía férrea con la ciudad de Mérida. El Hermano Michaélis, en su visita a los colegios de Valladolid, Espita y Maxcanú dirá: “La juventud es buena, aplicada y muy dócil”. Fue en Ticul, al sur de la Península de Yucatán el último colegio que se abrió y funcionó de 1907-1914.
Actualmente los Hermanos Maristas tienen cuatro Obras:
Colegio Montejo Primaria que reabrió sus puertas en 1930
Centro Universitario Montejo Secundaria y Preparatoria, se inició en 1960
Universidad Marista de Mérida “UMM”, nace en 1996 impulsada por los Exalumnos.
Una nueva Obra social en Kanasín que empezó en 2020
¿Qué es lo que distingue a la Educación Marista? Es su Formación Cristiana cuya meta es “Formar buenos cristianos y virtuosos ciudadanos” como anhelaba San Marcelino Champagnat, canonizado en Roma, el 18 de abril de 1998.
H. Hugo Rivera Herrera fms
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