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  • Foto del escritorMaristas México Occidental

INSTITUTO MÉXICO MIRAMAR

Actualizado: 6 nov 2023

POR: KATIA VANESA LEÓN MORENO

REVISTA VOCES DE PROVINCIA \ AÑO II EDICIÓN 01 | CONOCIENDO A LAS OBRAS

 

El Instituto México Miramar es una secundaria Marista fundada en el año de 1980 en la Colonia Miramar de la ciudad de Tijuana, celebrando el 42 aniversario de su fundación recordamos sus orígenes. En la década de los ochenta, la Colonia Miramar formaba parte de la periferia de la ciudad, debido a que se encuentra ubicada entre laderas y cañones, por lo que se le consideraba como una de las colonias con mayor índice de delincuencia en la ciudad.



En esos años la ciudad de Tijuana contaba ya con una sólida presencia Marista, la primera escuela Marista en Tijuana se estableció en el año de 1965, el Instituto México de Baja California, es precisamente de esta comunidad Marista (Hermanos, padres de familia y patronato) de quien nace la hermosa iniciativa de formar y dar sustento a una escuela secundaria que atendiera a los jóvenes más vulnerables ubicados en las periferias, la mayoría inmersos en un ambiente de violencia, desigualdad y falta de oportunidades.



Es en 1980 cuando se inicia este maravilloso proyecto, el director del Instituto México de Baja California el Hermano Ignacio Martínez Hernández (Q.E.P.D), así como los Sres. Jesús y Freinet Espinoza, quienes conformaron el patronato organizador, encabezaron, organizaron y reunieron los recursos necesarios para fundar el colegio sobre un terreno donado. Esta misión fue también encomendada a un par de Hermanos Maristas quienes con su carisma y cercanía iniciaron una labor titánica al ser pioneros y fundadores de esta obra, los Hermanos Óscar Domínguez y Sergio Vázquez (Q.E.P.D) quienes en vida tuvieron oportunidad de contarnos la historia de aquellos primeros días en Miramar.



Los Hermanos se dieron a la tarea de recorrer de casa en casa la colonia y sus alrededores, invitando a las familias para que se acercaran a la escuela y formar los primeros grupos, con la promesa de pertenecer al colegio pagando una cuota muy pequeña pero significativa, lo que cada familia pudiera aportar de acuerdo a sus posibilidades. Las primeras generaciones de Miramar estuvieron formadas por jóvenes mayores que habían terminado la primaria algunos años atrás y que por la situación en la que vivían no habían tenido la oportunidad de continuar con sus estudios.


Desde los primeros años, el impacto que el colegio ha tenido ha sido muy positivo, generando un gran sentido de pertenencia y agradecimiento en la comunidad, tanto de los alumnos como de sus familias, quienes, con gran entusiasmo por la vivencia del carisma Marista, el acompañamiento y presencia de los Hermanos, laicas y laicos, encuentran en el colegio ese espacio seguro en donde, a pesar del entorno, los adolescentes pueden crecer y desarrollarse sanamente.


La escuela ha ido creciendo y cambiando con el paso del tiempo, hoy en día muchos de nuestros alumnos son hijos de ex alumnos buscando que sus hijos vivan también esta experiencia, recordando con agradecimiento la formación recibida, misma que ha sido parte importante de su desarrollo humano, espiritual y profesional y que les ha permitido superarse y transformar su realidad. Hoy, convertidos en activos y solidarios ciudadanos sirviendo en favor de los que más necesitan.


En estos 42 años las necesidades de la comunidad han ido cambiando, debido al cariño y la preferencia que se le tiene al colegio, son muchas las familias que de diferentes partes de la ciudad se acercan con la intención de inscribir a sus hijos, es por eso, que el mayor desafío al que nos enfrentamos ha sido permanecer fieles a nuestro objetivo fundacional, permanecer cercanos y al alcance de los que más lo necesitan, seguir apostando por atender a los adolescentes y jóvenes que se encuentren viviendo alguna situación de desigualdad y marginación.


Actualmente atendemos a 299 alumnos con un sistema de cuotas diferenciadas que nos permite no dejar fuera a nadie y mediante un proceso formal pero también muy sensible, conocer de manera puntual las necesidades de nuestros alumnos para ofrecer el apoyo económico basado en las necesidades particulares de cada familia. Es así como nuestra población escolar cuenta con familias que alcanzan a pagar la cuota completa de colegiatura, así como las familias que debido a su situación económica se les ha asignado una cuota con un porcentaje especial.


Han sido muchos los Hermanos Maristas y laicos que con gran espíritu de servicio y amor por el colegio se han encargado de seguir llevando esperanza a los adolescentes de nuestra comunidad. Agradecidos por estos 42 años damos gracias a Jesús y a María por este tiempo recorrido, entusiasmados hoy más que nunca por seguir tocando y transformando el corazón de nuestros jóvenes, por seguir dejando huella en nuestro caminar, por seguir manteniendo vivo el sueño de Marcelino.

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