III Congreso de Juventudes Maristas: jóvenes que encendieron su vocación

Del 26 al 29 de noviembre, Guadalajara se convirtió en el punto de encuentro para 185 jóvenes maristas provenientes de 12 obras de la Provincia Marista de México Occidental. Bajo el lema “Encendiendo mi vocación”, vivieron un espacio profundamente humano, lleno de reflexión, creatividad, desafíos, risas, vida comunitaria y sentido vocacional. La Universidad Marista de Guadalajara fungió como sede y abrió sus puertas para recibirlos durante cuatro días intensos y transformadores.

Este congreso fue organizado por Juventudes Maristas, bajo la coordinación de Itzel Noriega y Miguel López, con el apoyo de un equipo de colaboradores, Hermanos Maristas y exalumnos: David Castillo, Lizette Muñoz, Jorge Llamas, Eduardo Echevarría, Jorge García y Giovanni Palma, acompañados por el Núcleo de Carisma y Vida Marista, encabezado por Ricardo Alonso García.

El lema “Encendiendo mi vocación” fue el hilo conductor de todas las actividades: conferencias, talleres, paneles, mesas de diálogo, dinámicas y experiencias diseñadas para ayudar a cada joven a descubrir qué los mueve, qué los enciende y qué pueden aportar al mundo desde su identidad marista.

Durante la apertura oficial, la Mtra. Rosa Alejandra García Bado, rectora de la Universidad Marista de Guadalajara, dio la bienvenida a las delegaciones, reconociendo el valor que la voz, la energía y la creatividad de las juventudes aportan a la familia marista.

Día 1: Sentido de vida

El congreso inició con una pausa necesaria: un encuentro honesto con la propia historia. La psicóloga Jimena de los Cobos impartió la conferencia “El arte de volver a mirar tu historia”, un espacio emotivo que invitó a los jóvenes a reconciliarse con sus experiencias, reconocer heridas, celebrar logros y encontrar sentido en su propio camino.

Día 2: Autoconocimiento, diálogos profundos y voces jóvenes

Los participantes vivieron talleres simultáneos sobre identidad digital, bienestar emocional, vocación, espiritualidad y construcción del sentido de vida. Mientras tanto, los acompañantes recibieron un taller especializado en acompañamiento juvenil.

Las mesas de diálogo fueron uno de los momentos más enriquecedores del día. Exalumnos maristas guiaron conversaciones sobre temas urgentes y actuales: salud mental, presión del éxito, cultura de la cancelación, consumo responsable, liderazgo de servicio, vocación en tiempos inciertos, inclusión y redes sociales.Un espacio para escuchar, debatir y construir pensamiento crítico desde la fe y el humanismo.

Después llegó un instante muy especial: el espacio creativo, donde cada joven pintó un símbolo personal que representaba aquello que enciende su vocación.

La tarde dio paso a las Short Talks, donde tres alumnas compartieron mensajes breves pero llenos de fuerza:

• Sidney Acosta (Ciudad Juárez): “Inspira, reinventa y ama”

• Gabriela Montaño (Baja California): “Raíces fuertes, frutos verdaderos”

• Dana María Rodríguez (Monterrey): “El amor hecho servicio”

  
  

La jornada concluyó con actividades deportivas y culturales que fortalecieron el espíritu de familia marista.

Día 3: Relación con los demás — Liderazgo y vínculos sanos

El viernes estuvo dedicado a explorar cómo nos relacionamos con los demás. Los talleres del día abordaron liderazgo auténtico, vínculos saludables, decisiones vitales, identidad en comunidad y proyectos financieros.

Uno de los momentos más significativos fue el panel “Voces con protagonismo que transforman y encienden la vocación”, donde jóvenes, acompañantes y Hermanos Maristas compartieron testimonios de transformación desde sus propios contextos.

Por la tarde, las delegaciones salieron a diferentes puntos de San Pedro Tlaquepaque, Jalisco, para disfrutar de actividades culturales y experiencias de impacto social, conociendo su gastronomía y aprendiendo de artesanas y artesanos locales. La noche cerró con una alegre fiesta temática de neón, llena de color, música y convivencia.

Día 4: Autenticidad y compromiso

El sábado comenzó con la conferencia de Romina Gómez, stylist y creadora de contenido, quien habló sobre la fuerza de la autenticidad en un mundo lleno de apariencias.A partir de ese mensaje, cada delegación se reunió para responder a una pregunta clave:

“¿Qué queremos encender al regresar a nuestras CEM?”

De ese diálogo nacieron proyectos comunitarios cargados de sinceridad y esperanza. Algunas frases que surgieron fueron:

• “Queremos un Costa unido y empático, reflejo de María y Champagnat.”

• “Queremos crear puentes, fomentar la inclusión y respetar nuestras diferencias.”

• “Queremos encender nuestra vocación generando un espacio seguro para crecer.”

• “Queremos concientizar a nuestros compañeros sobre identidad y respeto.”

• “Queremos fortalecer el espíritu de familia y romper estereotipos.”

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El congreso cerró con un espacio de interioridad dirigido por el titular del Núcleo, y con las palabras del Hermano Provincial Luis Enrique Rodríguez Santana, quien invitó a los jóvenes a ser luz para otros en sus realidades cotidianas.

Una llama que continúa encendida

El III Congreso de Juventudes Maristas no terminó el 29 de noviembre.Lo que ahí nació —las reflexiones, las amistades, los compromisos, las preguntas y las certezas— seguirá creciendo en cada obra y comunidad.

Más que un evento, fue una experiencia que recordó a cada joven que dentro de ellos hay una chispa capaz de transformar el mundo, y que encender la vocación es apenas el comienzo.